miércoles, 17 de julio de 2013

Porque lo que se da no se pierde

Hoy, como me canso de tanto "yo, yo, mi", quiero dedicar esta entrada a una amiga bióloga que hace un par de años pasó por lo mismo que yo estoy pasando ahora. 
Preparó el BIR y fue capaz de quedar en los primeros puestos y escoger la plaza de residente que quiso, donde quiso (mucho mérito si tenemos en cuenta el número de plazas que salen para los biólogos) .

Y es que me acuerdo de aquel verano en que era ella quien estaba estudiando y yo la que le ofrecía los planes, cuando me hablaba del estrés, de las pocas ganas, del "esto es imposible, ya se me olvidó lo que estudié al principio"... y que sin embargo siguió adelante y pudo con todo.

Y, porque además hemos cambiado de lugar y ahora es ella quien me da los ánimos y me habla de las cosas que me quedan por venir. Y sentirse comprendida aporta mucho estos meses.

Porque me sirve de ejemplo a seguir y, aunque ella no lo supiese, cuando me entra el bajón, me entero de la media de personas que suele presentarse cada año o de que las previsiones dicen que baja el número de plazas ofrecidas en mi convocatoria... pienso: "Cris pudo; ella pensaba que no, pero sí. Y yo tenía claro que podría hacerlo, y así fue. Tal vez ahora también me toque a mí".  

Nunca está de más tener un buen ejemplo cerca para darse ánimos.

Y como me lee y sé que valora estas cosas, quiero darle un "regalín" de agradecimiento :)

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